El pasado 22 de Octubre se celebró en Madrid el XXII Festival JAR de la canción Agustiniana donde más de 200 jóvenes llegados desde Madrid, Granada, Donosti, Sevilla, Guadalajara y Motril pudimos reunirnos por una misma causa: expresar y vivir nuestra fe por medio de una gran pasión: la música.
Bajo el lema “Abrazo de misericordia”, y a poco más de un mes para la clausura del jubileo de la misma, pudimos ser partícipes de un intenso fin de semana repleto de oración, reflexión, dinámicas y, cómo no, música, todo ello contenido en una intensa convivencia que pudimos vivir al más puro estilo agustiniano: unidos por un mismo corazón, como comunidad.
Hacia las tres de la tarde del Viernes día 21, aproximadamente 105 jóvenes partíamos desde Granada en dos autobuses cargados de ilusión, y aunque las edades y procedencias eran de lo más variopintas, el espíritu que compartíamos era el mismo.
Llegamos a Madrid aproximadamente hacia las 9 de la noche, y nos dirigimos hacia el colegio Inmaculada Concepción donde gracias a la amabilidad de las hermanas agustino-recoletas fuimos acogidos durante todo el fin de semana.
Tras unas breves palabras de bienvenida del Padre Nico y una pequeña dinámica de presentación y formación de grupos donde los pasos de baile y el ánimo de determinados vecinos fueron protagonistas, pudimos dar oficialmente la bienvenida a esta nueva edición del festival de la mejor forma posible: mediante una primera reunión por grupos, en la que todos tuvimos la oportunidad de poder presentarnos, conocernos y poner en común nuestra fe e inquietudes para el intenso fin de semana que se presentaba.
Después de recargar fuerzas con una rápida cena compartida donde pudimos disfrutar de las artes culinarias de cada uno de los participantes, nos dirigimos hacia los pabellones deportivos donde, tras acomodarnos para pasar la noche, finalizamos el día compartiendo un pequeño momento de oración.
¡Por fin había llegado el gran día! Aproximadamente hacia las 8 de la mañana, iniciamos la levantada general, y tras un delicioso desayuno se dio paso a una intensa aunque lluviosa mañana, en la que tuvimos la oportunidad de visitar la Iglesia de San Jerónimo el Real donde llevamos a cabo nuestra oración de la mañana.
Aunque el plan original consistía en desarrollar la macro-dinámica “Senda de la misericordia” a lo largo de todo el paseo del retiro, la amenaza de precipitaciones nos hizo replantearnos nuestra idea original y volver al colegio, donde la dinámica pudo llevarse a cabo tal y como estaba planeada, a lo largo de las instalaciones del mismo, en las que mientras tanto, comenzaban los preparativos y ensayos para el gran evento de la convivencia: el festival de la canción.
Llegadas las 5 de la tarde se dio comienzo esta nueva edición, donde el humor y los sketches destacaron respecto a las ediciones anteriores y fueron el complemento perfecto para los verdaderos protagonistas de la jornada: los grupos presentados por cada una de las ciudades participantes.
Desde Granada, Manu y Laura tuvieron la oportunidad de abrir el escenario, demostrando que la juventud y la afonía no suponen impedimentos suficientes para enturbiar “llámalo misericordia”, una bonita canción al más puro estilo “Ed Sheeran” agustiniano.
“Vuelve el amor” fue el tema interpretado por el grupo “Cosas de locas” llegado desde Donosti y formado por antiguos componentes de “Flanders” que ya cuentan con una larga historia en nuestros festivales y donde primaron las tablas y el buen saber hacer que siempre les caracterizan.
Venidos desde JAR Motril nos llegó “Busco ese abrazo”, tema con el que el multitudinario grupo supo meterse al público en el bolsillo desde el primer acorde y cuya letra y espectacular contenido enfocado a la oración les otorgó el premio de “mejor letra” .
A continuación fue el turno de los ya conocidos “Black Bones” con su canción “Toda una vida”. Jovencísimo grupo que año a año sigue demostrando con la calidad que les caracteriza que el Metal y el buen Punk siguen más vivos que nunca en las nuevas generaciones.
“Preguntate por qué” fue el nombre elegido para el nuevo tema de influencia de “Mumford and sons” de Nacho y Tato (ex-Trousers), este año conocidos como “Signals”, cuyo mensaje de misericordia emocionó a una importante parte del público, entre los que pudo vislumbrarse alguna que otra lágrima.
Los Hobbits de Cartago, banda formada por los monitores del campamento “Cartago” y su canción “Que tengo en mente” fueron uno de los grandes descubrimientos entre los grupos debutantes de la presente edición, cuya actuación no dejo indiferente a nadie de los presentes.
Desde el coro de la parroquia “Santo Tomás de Villanueva” de Granada nos llegaba “Leistung” con “Hoy no es el día”, temazo que servirá de cierre para algunas de las celebraciones eucarísticas del presente curso parroquial y que las cuatro componentes del grupo compusieron especificamente para éste festival.
“Luces del presente” de “El viaje a Ítaca”, fue la canción presentada por Antonio Muñoz y Nacho, que supuso el debut del primero con una preciosa balada de influencia al más puro estilo americano.
Lánzate de G&G Sevilla fue sin lugar a dudas la canción revelación del festival, donde Paula y Noelia, y sus espectaculares voces plagadas de doblajes e influencia andaluza, les llevaron en un viaje sin retorno hacia la calificación por parte del jurado de “mejor canción”.
“Sigue Caminando” supuso el regreso de Punto Muerto, grupo al que no veíamos reunido desde la XIV edición y cuyas tablas en el escenario y buen hacer les otorgó el premio “mejor puesta en escena” por parte del jurado que puso el broche de oro para una edición de destacada calidad.
Tras la entrega de premios y una merecida y agradecida cena, nos dirigimos hacia la parroquia de Santa Mónica, donde el Padre Ignacio nos recibió y asistió para cerrar la convivencia con una emotiva vigilia en la que la misericordia y la misión fueron los protagonistas y que supuso un profundo momento de oración para todos los asistentes.
Finalmente al día siguiente pusimos el cierre al festival celebrando una ceremonia eucarística de clausura en la cripta de la Almudena, donde tuvimos la oportunidad de despedirnos celebrando nuestra fe antes de partir de nuevo hacia nuestros hogares, no sin antes haber vivido un fin de semana increíble, muy diferente de cualquier otro, y que para muchos supodría el comienzo de una nueva vida.
Desde mi persona solamente dar las gracias a monitores y organizadores del mismo y a todos los participantes, y a ti lector, si formas parte de aquellas personas que no han tenido la oportunidad de asistir, solamente me gustaría decirte que ¡nos vemos el año que viene!.
Manu Torres